CAPITULO 8
El avión comenzaba a avanzar, casi despegaba, de pronto por
una razón que desconocía, el pánico se estaba apoderando de mi, sentía que no
podía respirar, me tome fuertemente de los apoya brazos, respire profundamente
y sentí que volvía poco a poco a mi estado normal; estaba tan absorta en mi
desesperación que no me di cuenta que un hombre, quizá dos o tres años más
grande que yo, me miraba fijamente con unos ojos verdes que eran penetrantes,
de pronto me sentí tonta, cuánto tiempo me habría estado mirando, me sonroje,
él me sonrió, su sonrisa era linda.
-¿Te encuentras bien?-Me dijo.
-Ah¡, yo…si..si…estoy bien –Dije de una manera totalmente
nerviosa, el rió, su risa era ronca y burlona.
-Si, claro, ya lo veo nunca has volado en un avión verdad-Respondió.
-No, nunca lo había hecho, es eso-Dije con un suspiro, cerré
mis ojos y eche mi cabeza hacia atrás.
-Erick –Lo escuche decir, ¿Erick? ¿Por qué había dicho eso de
pronto?, abrí mis ojos y voltee hacía él para preguntarle qué había dicho
cuando mi duda se despejo por completo al ver su mano estirada hacía mi, así
que ese era su nombre, Erick, me quede viendo su mano cuando de pronto salí de
mi trance y lo salude de vuelta gentilmente, su mano era fuerte y cálida.
-___, me llamo___ -Respondí con una sonrisa.
-Un placer –Contesto al momento en que soltaba mi mano.
-Y ¿Por qué iras a Los Angeles? –Pregunto.
-Oh¡ persigo mi sueño de ser diseñadora de modas.
-Interesante, si, muy interesante –Respondió con una
sonrisa.
-¿Y tú?
-Yo vivo allá, vine de visita
-Interesante, si, muy interesante –Dije tratando de tomar el
mismo tono que él, sonrió.
-Me estas imitando-Pregunto divertido.
-¿Yo? No, claro que no –De pronto lamente haberlo hecho, quizá
se enojaría. Debió haber notado mi tensión porque dijo.
-Tranquila, era broma –Dijo esto mientras me tomaba de el
hombro. Yo me reí.
-Tienes una linda sonrisa –Inmediatamente me sonroje al
escucharlo.
-Oh¡ gracias –Dije tímidamente e involuntariamente sonreí más
amplia-mente.
-Y sabes cómo lucirla –Dijo de nuevo y me sonroje aún mucho
más.
-¿Siempre te sonrojas cuando te hacen algún cumplido? –Pregunto
sonriendo.
-Sí, casi siempre, supongo –Dije y agache la cabeza.
-Eso es muy lindo –Dios, por qué no dejaba de hacer eso.
-Cambiando de tema, ¿Podemos irnos juntos? Ya que vamos al
mismo lugar y me caes bien digo –Yo me quede perpleja.
-Amm¡¡ sí, claro, supongo que está bien –Dije.
-Supones mucho –Sonrió ampliamente.
-Supongo que sí –Dije sonriendo, este chico me caía bien.
Pasamos todo el tiempo de el vuelo platicando, así se me fue
más rápido el tiempo con él. Al llegar a Los Angeles era de noche. Fuimos por nuestras
maletas y salimos del aeropuerto.
-Tomemos un Taxi –Dijo.
-Pero, no vamos a lugares iguales –Dije yo.
-Lo sé, primero iremos a tu casa y te dejare ya después me iré
yo a la mía, quiero saber dónde vives –Lo mire incrédula.
-¿No confías en mi? –Preguntó.
-Tomando en consideración que te acabo de conocer, que solo
se tu nombre, el cual podrías haber inventado, que estoy sola contigo de noche en las calles de Los Angeles y que
quieres saber dónde vivo por una razón que desconozco, no, la verdad no confió
mucho en ti –Dije sinceramente. Metió su mano a su bolsillo y saco una tarjeta.
-Aquí esta –Mostro su identificación en la cual venía su
foto y su nombre.
-Eso no me muestra nada –Dije un poco más juguetona mente.
-Rayos, vamos, te caigo bien, soy lindo, tienes que
aceptarlo –Dijo.
-Me caes bien y eres lindo pero de nuevo eso no muestra
nada, es más, eso hasta podría ser una de tus trampas –Dije.
-Bien, creo que tienes razón, pero no encuentro otra manera
de demostrarte que no o soy así que..-Se encogió de hombros. Lo pensé por un
momento y llegué a la conclusión de que no tenía finta de serlo.
-Está bien, tomare ese riesgo –Dije finalmente.
-Chica atrevida, me gusta –Sonrió ampliamente.
Tomamos un taxi y Erick le dio la dirección de mi casa en la
calle de Sunset Strip por mí. Al llegar ahí bajamos las escaleras y me ayudo
con mis maletas. Estábamos en la puerta de la casa y dude un poco en abrir la
puerta.
-Aún sigues desconfiando eh¡ -Dijo divertido.
-Ya no me interesa –Dije y abrí la puerta.
-Sí que me sorprendes, no se ve que seas de las chicas que
meten a hombres desconocidos a sus casas a altas horas de la noche –Dijo entrando
y ayudándome con las maletas.
-Es porque no lo soy –Dije cerrando la puerta y encendiendo
la luz.
-¿Entonces por qué lo fuiste hoy? –Pregunto.
-No lo sé, ni si quiera lo sé, fue una excepción –Sonrió.
-Soy irresistible, lo sé, no te culpo.
-Eres un engreído.
-No eres la primera que me lo dice, ya hasta comienzo a
creerlo –Rió fuertemente y yo me le uní.
-Esta casa necesita una remodelación –Dijo mirando por todas
partes.
-Lo sé, lo hare en cuanto pueda créeme –Le conteste.
-Bueno, si no te molesta, tengo mucho sueño, me quiero
dormir
–Claro, te entiendo, yo también me voy, pero no me negaras déjame
que te de un recorrido turístico mañana, nadie mejor que yo para hacerlo
-¿Si digo que sí me dejaras en paz por hoy?
-Claro, por hoy –Contesto.
-Pues si entonces
-Perfecto, te dejare en paz, por hoy, pero mañana te llamare
-Perfecto
-Hasta mañana –Me dijo saliendo de la casa.
-Hasta mañana –Dije al momento que sonrió y cerró la puerta detrás
de él.
Había sido un día agotador
y presentía que mañana lo sería aún más ahora con mi nuevo amigo Erick.