Destiny

CAPITULO 3

Miles de pensamientos surgían de mi, mis lagrimas no paraban de correr, escuche que alguien subía las escaleras y de alguna manera tenía la esperanza de que fuera Luis, quería que viniera y me dijera que lo sentía, que estaría conmigo siempre como antes, que siempre me protegería, recordé esos momentos que pasamos juntos desde pequeños cuando de pronto entra alguien al cuarto.

-___, ¿Qué tienes? –Escuche a mi madre decirme al momento que se ponía a mi lado.

Quería decirle lo que había pasado y lo mal que me sentía, pero no podía, sentía en mi un nudo que me imposibilitaba el poder hacerlo.

-¿Por qué Luis se ha ido así?, ¿le has dicho que no?-En esos momentos sentí como si mi corazón se hubiera detenido por un instante seguido de un repiqueteo en el ante las palabras de mi madre.

-¿Es que a caso tú lo sabías?-Le pregunte incorporándome lo más que pude y mirándola con lagrimas en los ojos y desaprobación.

Primero e su rostro atisbe desconcierto y asombro al momento en que después frunció en seño y me acaricio el cabello, en ese momento me sentí bastante enfadada, todos sabían que él me pediría matrimonio y pensaban que si lo hacía me retendrían aquí y yo aceptaría gustosa, nadie pensó siquiera un poco en lo que yo podría pensar, como si de pronto fuera invisible para el ojo humano.

-No me toques-Dije con una voz baja y llena de dolor mientras retrocedía.

-Hija, él es tu mejor opción.

-Y quién les ha dado el permiso para entrometerse en lo que s o no mejor para mí, yo soy mayor de edad y sé lo que debo hacer, acaso nadie se puso a pensar en lo que yo pensaba al respecto-Saque todo lo que sentía en estos momentos.

-Tú aún no sabes qué es mejor para ti, comprendenos, no queremos que te vayas, aún no estás preparada para lidiar con el mundo exterior, por lo menos espera

-¿A qué? A qué tengo que esperar según tú

-A estar preparada

-Me siento lo suficientemente preparada, ustedes no me tienen confianza, creen que soy débil, pero les demostrare que no, así que me iré a Los Angeles de todas formas- Me salí de la habitación y después recordé  que abajo se encontraban todos y me limpie las lagrimas para poder recibirlos y disculparme por mi comportamiento.

Al ir bajando me sorprendió no escuchar siquiera murmullos y al bajar por completo recorrí la casa con la mirada y no había nadie ya en ella, quizá ya se habían ido, se fueron con la mala impresión de una niña tonta y caprichosa, comenzaba a creer que lo que mi madre decía era cierto, a lo mejor yo no estaba del todo preparada para este gran paso, pero, aún así, quería hacerlo, era lo que en realidad mi corazón me dictaba hacer, aún en contra de toda sensatez, aún en contra de la negligencia de mis padres por vez primera sería egoísta y pensaría solo en mi.

-___Hija-Escuche la voz de mi tío John que provenía de el patio trasero.

-Tío John-Fui hacía el con los brazos extendidos.

-Querida___, hace mucho tiempo que no te veo, mira como haz crecido, ya no eres una niña-Me encantaba eso de mi tío, que viendo la situación él no me preguntaba cómo me sentía sino que trataba de hacerme sentir bien haciéndome elogios de cuanto había crecido y esos comentarios típicos y aburridos de cualquier reunión familiar aún sabiendo que él no es de ese tipo de personas.

-Tío, te quiero

-Yo también mi niña, tu padre me ha contado lo sucedido –Ya creía que era lo suficientemente bueno para ser cierto.

-Sabes, me da gusto que no lo hayas aceptado, estoy completamente de tu parte, he estado convenciendo y peleando con tu padre sobre esto.

-No, no quiero que peleen por mi culpa

-Tranquila, no ha sido una pelea destructiva sino constructiva –Dijo al momento que me tomaba del hombro y en eso divise a mi padre entrar por la puerta trasera.

-___quiero platicar a solas contigo –Dijo mi padre y vi en su rostro algo de nostalgia reflejado en su mirada.

Mi tío debió haberme visto la cara de preocupación porque me dijo…

-Tranquila, ve, creo que lo he convencido- Dijo al momento en  que me guiño el ojo, me dio un beso en la frente y se alejo. Solo quedamos mi padre y yo.